jueves, 19 de abril de 2012

Diario





"Sabemos todo, nos han dado toda la información, pero no nos han explicado nada. No puede explicarse. Creo que ésta es la única razón para dedicarse al arte, mostrar el absoluto misterio de las cosas...” (John Banville)



Aspirar a ser un artista sin obras, que solo le baste la mirada para registrar y el molino reflexivo para triturar realidades. Desechar cualquier dispositivo de fijación y representación de donde se pueda deducir alguna "producción". La obra está enmarcada en el autor mismo, no se puede representar…es única y muda, gime en su interior , en la vivencia absoluta, que sabiendo la imposibilidad de comunicarla se agasaja tranquilamente con los millones de espectadores que están dentro de sí…Cuando tomaba un libro de poemas y leía en su portada por ejemplo la palabra Neruda , solo podía echarse a reír de lo ridículo que sonaba un nombre tras una obra…Son los artistas del “prefer not to” melvilliano y pienso en la obsesión de Vila Matas por Félicien Marboeuf “el más grande de entre los escritores que no escribieron nunca”…



La figura del genio es desconocida para los antiguos, es una especie de desesperación moderna a la total homogenización de la sociedad laboral, las obras firmadas de inmediato toman un cariz degradante hacia la persona , hacia el obrante … el autor debe existir pero no como una estatua, sino como una vibración ilimitada …



Tuve que enfermarme y sentir el dolor más grande para claramente idear el tema de mi tesis , en el hospital (cuando aún tenía ánimo) se la comente a un doctor que le gustaba la filosofía y le pareció espléndido, el era curioso no valoraba mucho su tremenda ciencia, su practicidad le sofocaba aunque fuese vital. Al final le recomendé algo, ya que él era el cirujano más simpático que he conocido…(y es extraño ya que he hablado con muchos médicos que me han dicho que dentro de ellos los cirujanos son los más desagradables ya que se creen los “frontman” del rock and roll de la medicina) y le digo antes que se vaya de la visita diaria del hospital …hay un hombre que debería ser más conocido pero no sé por qué no lo es, se llama Paul Valery , el escribió el “discurso a los cirujanos” léalo…es maravilloso…El tomó su lápiz y al lado de sus diagnósticos anotó el nombre me dio la mano, me dijo gracias y se fue…¿cual es la pequeña idea que surgió? …la del mismo Valery en relación a Arendt, la idea de que la las personas queden atrapadas de sus facultades (el peligro de los médicos) y que no es diferente ser esclavo de uno mismo que siervo de algún otro y con esto se explica en parte el barullo cósmico de la modernidad, confundir labor con acción etc… … estas ideas surgidas de un giro violento en la vida del pensador es lo que Michel Onfray llama un hapax existencial…(pienso en esto mientras sufro los horribles dolores de las heridas que no se calman con los analgésicos ordinarios que me recetaron)



“¡Si no se salvan todos, para qué sirve la salvación de uno solo!...” ( F. Dostoievski. Los hermanos Karamazov)





En el hospital mi cama está al lado de la de un agricultor, del gran agricultor de la vida que sin embargo ya casi no le queda, a viajado a la ciudad por su ultima chance, extirparse el tumor que lo aqueja, conversamos de nuestras vidas la semana entera , es un hombre de trabajo humilde y simpático , conocí su familia…..el día que llega de la operación le pregunto silenciosa y nerviosamente como le fue…. Y él me dice entre durmiendo con su mano derecha un fatigado “no”…ese dedo moviéndose en cámara lenta diciéndome un no me volvió loco…no lo entiendo, llore la noche entera. Lo imagine en su campo cuidando sus animales ..No hay justicia en la naturaleza…no se pueden tomar estoicamente esos momentos …esos son los momentos donde la injusticia de la existencia se vuelve majestuosa..y ninguna filosofía por muy honesta que sea puede sobrellevarla.. La vida es esa mano a media noche indicando un “no” silencioso…


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