viernes, 15 de marzo de 2013

Diario





“Imaginemos, por ejemplo, a un griego ante este tipo de cultura ; pensaría que para el hombre moderno «ser culto» y «tener una cultura histórica» son expresiones tan afines que prácticamente significan la misma cosa y solo difieren por el número de palabras. Si él dijera que uno puede ser muy culto y, sin embargo, carecer de formación histórica, el hombre moderno pensaría no haber oído bien y movería la cabeza. Es que ese conocido pueblo de un pasado no demasiado lejano, me estoy refiriendo, por supuesto, a los griegos, durante el periodo de su apogeo supo conservar tenazmente un sentido ahistórico. Si, como por efecto de una varita mágica, un hombre actual volviese a aquella época, es probable que encontrase a los griegos muy «incultos» pero esta observación revelaría cómicamente el secreto tan celosamente guardado de la cultura moderna: que nosotros, los modernos, no poseemos absolutamente nada ; que sólo atiborrándonos hasta la indigestión de las épocas ajenas , de las costumbres, artes, filosofías, religiones y conocimientos extraños, somos objetos dignos de consideración, es decir, enciclopedias ambulantes, que es como, tal vez, nos consideraría un antiguo griego transportado a nuestros días…” (F. Nietzsche. "De la utilidad y de los inconvenientes de los estudios históricos para la vida") 





 Y eso es lo que nos hace sentir a nosotros los modernos (o pos o ultramodernos o como quieran llamarles a estas sombras que somos) , despojados, vacíos e idiotas frente a una ceremonia religiosa universal, la fiesta papal , y es que no tenemos nada… y sin embargo esa nada nos manda…y le oponemos una rebeldía infantil, un berrinche liberal, un juguete moral que creemos de nuestra confección, y que nos pertenece , como por ejemplo: el progreso … 




 "No Dios, sino un esvástica tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso. Cada mujer adora a un fascista, con la bota en la cara; el bruto, el bruto corazón de un bruto como tú..." (Sylvia Plath. “Daddy”)




 Con las pasiones uno no se aburre jamás dice Stendhal , pero yo siento un poco de hastío hacia ellas , y comienzo a estudiar nuevamente “La vida del espíritu” de Hannah Arendt , ese hombre que piensa y que parece que no soy yo, que no le preocupa ni divertirse, ni amar, ser solo un devenir sin nombre, aparece pidiendo atención en la profunda soledad de su noche …ahí solamente parece que puedo ser yo, cuando muto en otra cosa ... el teórico no se divierte de los juegos olímpicos, no sufre amoríos de niños …va y viene, comunica a los pueblos lo que ve , es el Hermes poderoso que acompaña al extranjero a los límites de la ciudad , ese espectador también soy yo …y no debo volver a negarlo jamás … 




 "Hasta cierta edad -no sé cuál-, por más que nos esforcemos, no se siente ninguna satisfacción al conversar con una mujer que no puede llegar a ser nuestra amante..." (Jules Renard . Diarios)





 "No tienen ni idea de cómo contextualizar las cosas...son yonkis del fragmento..." (Bret Easton Ellis. Lunar Park)



Follar , lo mismo que comer, o ver televisión...(a veces peor) no soporto la vanidad artificial, la natural la acepto




 En la sala de internet del edificio , podría escribir un libro desde aquí , entro y me recibe una mujer simpática y extrovertida, y que no siente ninguna vergüenza de estar sola , (¿porque tendría que tenerlo?) luego del momento de estudio y cuando ya sabe que soy inofensivo me pregunta ¿te has dado cuenta que estamos todos locos?...




 "A lo largo de los últimos dos años, aquellas fotos mías de cuando era niño, las fotos que nunca quise que vieran mis novias, han empezado a producirme una punzada de no sé qué, porque no es exactamente infelicidad, pero sí un pesar a la vez llevadero y profundo. Hay una en la que salgo con un sombrero de vaquero, apuntando con un revólver a la cámara, empeñado en parecer un perfecto vaquero pero sin conseguirlo... Quiero pedirle disculpas a ese pequeño, decirle que lo siento, que le he decepcionado. Yo era el que presuntamente tenía que cuidar de él, pero la he jodido: me equivoqué en los momentos malos, y ese crío ha terminado por convertirse en mí..." (Nick Hornby . Alta Fidelidad) 




 La misma mujer en la sala de wifi gratis del edificio , hoy se le ve más triste , si nos ven detenidamente desde afuera , cosa que la gente que pasa por la calle hace, (casi exclusivamente trabajadores de horas extras o borrachos) parecemos un cuadro de Edward Hopper o una escena de una película de Jim Jarmusch... Pagaría por saber por que esta triste...en serio pagaría por esas cosas...pero como la gente de esos cuadros o esas películas, somos maniquíes, apenas parecemos vivos... somos los últimos modernos... 



La gente que se queda como niño, que no se negocia…que intenta ingresar al mundo…pero se queda…y la infancia como gran compañera lo hace recordar en vez de respirar … sufre y no triunfa…¿pero qué mierda es ese triunfo? dejé de asociar un paraíso a un logro…¿y que quedó? la infancia con árboles… amo ser como soy…no me he convertido en nada …



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